El primer paso hacia una logística sostenible es la planificación inteligente de rutas y transporte. Elegir rutas optimizadas, reducir los viajes en vacío y utilizar soluciones intermodales ayuda a reducir las emisiones de CO₂ y a mejorar la eficiencia operativa.

Un aspecto clave es el uso de vehículos adecuados y de bajo impacto. Desde la selección de camiones con motores ecológicos hasta los envíos marítimos organizados con socios certificados, cada decisión se centra en garantizar la seguridad y la sostenibilidad.

La trazabilidad es otro pilar de la logística verde. Gracias a los sistemas digitales de monitorización y gestión, se puede rastrear el desperdicio en tiempo real, garantizando la transparencia y el cumplimiento de las normativas nacionales e internacionales.

Con el método Exportrade, la logística no es solo un servicio de transporte, sino un proceso integrado que combina tecnología, planificación y respeto por el medio ambiente. Este enfoque permite a las empresas combinar la eficiencia operativa con la responsabilidad ambiental.